¿ESTÁS LISTO PARA SOLICITAR TU PRIMER CRÉDITO?

Puede que seas recién egresado de la universidad, que apenas te estés incorporando a la vida laboral y que tengas todas las ganas de comerte al mundo. Si es así, te felicito por querer iniciar tu vida crediticia a esta edad. ¡Es la mejor!

Pronto querrás irte haciendo de tus cosas e independizarte, y para ello no hay mejor herramienta que solicitar un crédito, claro, siempre y cuando lo uses de manera responsable y con planeación.

Un crédito es dinero que tendrás que pagar en un determinado plazo y con intereses, no lo olvides, no es dinero adicional que te regalan. Por eso, si piensas solicitar uno, no lo uses para comprar artículos como ropa, calzado o alimentos; mejor primero piensa bien para qué lo quieres y si vale la pena.

Empieza con el pie derecho

Puedes abrirte camino solicitando estos créditos menores a tu nombre:

  1. Tramitar un plan de telefonía celular.
  2. Contratar servicios de cable o telefonía.
  3. Solicitar una tarjeta departamental.
  4. Sacar una tarjeta de crédito.

No corras, hazlo gradualmente y sé cumplido con tus pagos.

¿Qué ventajas podrías tener?

  1. Mejorarás tu nivel de vida.
  2. Crearás un historial crediticio. Será tu carta de presentación, para más adelante, solicitar créditos mayores como por un auto o hasta un depa.
  3. Te servirá para formarte el hábito de utilizar el crédito de manera responsable, ya sabes, siendo totalero y teniendo bien presentes las fechas de corte y tu límite de pago.
  4. Te darás cuenta de la importancia de utilizar financiamientos preferentemente para adquirir bienes duraderos.

Después, ¡ve por más!

Ya que has llevado correctamente tus créditos menores, arriba mencionados, haz ido formándote una historia de cómo pagas tus deudas, por lo que te has convertido en sujeto de crédito para muchas compañías. 

Ahora puede que desees un crédito más grande, como uno automotriz, estudiantil o personal. Para ello debes tener muy claro lo siguiente:

  • Para qué quieres ese crédito.

¿Es algo que vale la pena? ¿En qué se traducirá ese dinero? ¿Qué vas a ganar con él?

Evalúa el monto que necesitas y el plazo en el que lo puedes liquidar.

  • Infórmate bien cuánto te va a costar y elige el mejor para ti.

Utiliza los simuladores de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), para comparar los diferentes productos que hay en el mercado.

  • Calcula bien.

Tus ingresos deben ser suficientes para cubrir la deuda que estás por adquirir, sin mencionar tus gastos fijos. ¡Aguas con comprometerte de más! Recuerda que es un compromiso largo y en ese tiempo se pueden presentar imprevistos. ¡No te ahorques!

  • Sigue ahorrando.

Siempre mantén un porcentaje intocable destinado a este rubro.

No está de más reiterarte que tengas cuidado de no sobre endeudarte, si manejas tu crédito cuidadosamente puede traerte grandes beneficios, pero si fallas puede convertirse en un problema. 

Recuerda que las decisiones que tomes hoy, impactarán en tu futuro ya sea de forma positiva o negativa… tú elijes. 

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