¿Qué es un fideicomiso y para qué sirve?

Todo el mundo ha oído hablar de un fideicomiso aunque a la hora de hablar sobre qué es o cómo funciona es cuando empiezan las dudas. El fideicomiso es una herramienta fundamental para proteger, cuidar y planificar la gestión del patrimonio personal o empresarial. Puede ser utilizado con diferentes fines: desde planear una herencia, pagar la educación de los hijos o iniciar un negocio. En todos los casos es una fórmula perfecta para la mejora de tus finanzas.

Contrato de fideicomiso

Un fideicomiso es en realidad un contrato por medio del cual el fideicomitente (la persona que lo constituye) destina ciertos bienes (propiedades o activos) a un fin cuyos beneficios serán otorgados a un tercero (el fideicomisario). La propiedad de los bienes y activos destinados a la actividad serán otorgadas a un tercero (el fiduciario) que se encargará de administrarlas con objeto de lograr el fín para el que se constituyó el fideicomiso. Solo pueden ser fiduciarias en México, las instituciones autorizadas por la Ley General de Instituciones de Crédito.

Tipos de fideicomiso

Los fideicomisos se caracterizan por ser:

  • Revocables: En estos fideicomisos es posible que el otorgante, mientras esté en plenas capacidades mentales, cambie a los beneficiarios y activos elegidos.
  • Irrevocables: En los que no es posible alterar la decisión una vez creado el compromiso.
Contrato de fideicomiso rentable

Además de estas dos grandes categorías existen distintos tipos de fideicomisos dependiendo del uso o de la función para el que hayan sido creados.

  • Fideicomiso de administración: En los que el fiduciario se encarga de conservar, administrar y transmitir los bienes y derechos derivados del fideicomiso al beneficiario.
  • Fideicomiso de inversión: Cuya finalidad es obtener un beneficio monetario a partir de las operaciones económicas realizadas con los recursos y valores destinados al fideicomiso.
  • Fideicomiso de garantía: Se constituye con bienes y valores para garantizar el cumplimiento de una obligación adquirida. El fideicomitente no pierde la propiedad de los mismos, pero el fideicomisario, que suele ser el acreedor de la obligación, puede solicitar extrajudicialmente la retención del patrimonio si no se han cumplido las obligaciones establecidas.

Si además de lo anterior se tiene en cuenta cuál es la finalidad del contrato de fideicomiso, estos pueden categorizarse en testamentarios, patrimoniales o para desarrollos inmobiliarios entre muchos otros.

Condiciones de un fideicomiso en papel

¿Cómo funciona un fideicomiso?

Cada fideicomiso es distinto pero todos funcionan de una manera similar: El fideicomiso recibe activos de naturaleza distinta (dinero, bienes raíces o regalías) a título fiduciario, lo que los protege de acreedores, tanto de los del fiduciario como de los del fideicomitente. Están amparados por un régimen de administración temporal, tras el cual se transferirán al beneficiario. Su marco jurídico garantiza, además, que los activos sean transferidos al beneficiario elegido; y otorga beneficios fiscales, como que el fideicomitente o beneficiario no tengan que tributar el impuesto de patrimonio, dado que desde el punto de vista estrictamente legal los bienes no le pertenecen.

Una de sus ventajas principales es que se trata de un instrumento versátil que reduce el riesgo de perder el patrimonio, pero que permite administrar e invertir los recursos otorgados al fiduciario de acuerdo con las necesidades e intereses del fideicomitente.

Es cierto que se basa en la buena fe y en que el fiduciario puede emplear figuras jurídicas para tomar el control de los bienes afectos, pero puede limitarse esta posibilidad a través de un contrato.

Pasos para crear un fideicomiso

Los pasos para la creación de un fideicomiso en México son sencillos, pero sujetos a las obligaciones legales y tributarias estipuladas. Generalmente se debe:

  • Elegir entre los diferentes tipos de fideicomiso de acuerdo al fin buscado y seleccionar los bienes que se dispondrán para dicha finalidad.
  • Seleccionar un beneficiario y un periodo de duración para el fideicomiso. Algunas duraciones tienen ciertas limitaciones.
  • Seleccionar la institución financiera que se encargará de la administración. 
  • Se deben pactar sus condiciones y el pago que se le otorga, además de prever los fondos necesarios para el cumplimiento de esa obligación.
  • Se debe obligatoriamente firmar un contrato ante un notario público donde se estipulen las condiciones del fideicomiso. Los contratos de fideicomiso deben contar con la individualización de los bienes afectos, y de no poder detallarse la fecha de la firma, de los requisitos y características que estos bienes deben cumplir; el modo de su incorporación, el plazo y su destino, así como el nombre del beneficiario y las obligaciones de las partes.

Un último apunte se refiere a las formas de finalización del fideicomiso. Estas ocurren cuando:

  • Se cumple el plazo o la condición estipulada para el mismo.
  • Si el fiduciante hace uso del derecho de revocación, si le ha sido otorgado.
  • Cualquier causa señalada en el contrato de constitución.

De producirse la terminación, el fiduciario devolverá los bienes seleccionados al fideicomitente o a sus beneficiarios y ayudará en las inscripciones registrales.

Los fideicomisos en México constituyen la forma legal más segura y beneficiosa de invertir o legar grandes patrimonios.

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