Si estás emprendiendo un negocio nuevo, una buena práctica es llevar un buen control financiero. Uno de los factores clave para asegurar el éxito de cualquier empresa es poder conocer en todo momento la situación financiera para poder tomar las decisiones adecuadas en el momento preciso.
Darle vida a un emprendimiento va más allá de tener una idea de negocio, ya que requiere entre otras cosas: llevar registros y tomar acciones que permitan el crecimiento y la viabilidad. Es importante que el emprendedor conozca qué es un balance general, un presupuesto, un estado de pérdidas y ganancias, así como un flujo de caja.
Importancia de las finanzas en el emprendimiento
Cuando inicias un negocio y no tienes ni el mínimo conocimiento sobre finanzas, podrías lamentarlo más tarde. Un error muy común cometido por muchos emprendedores es el de enfocar toda su atención en el desarrollo del negocio y no en el tema financiero.
Las finanzas no deberían ser un tema exclusivo reservado para los administradores. Todo emprendedor debería tener conocimientos básicos. Esto a la larga te traerá grandes beneficios, ya que al tener un manejo eficiente de los recursos de la empresa, podrás identificar las oportunidades de inversión y hacer crecer tu negocio.
De acuerdo a un estudio realizado por Bloomberg, empresa norteamericana de información financiera, 8 de cada 10 emprendimientos fracasan en sus primeros 18 meses por un mal manejo de sus finanzas. De ahí que sea importantísimo contar con una mínima formación en esta área. En internet existe una amplia variedad de ofertas sobre capacitación en finanzas para emprendimientos, unas gratuitas y otras de pago, donde podrás obtener la información indispensable para involucrarte de forma activa en la economía de tu empresa.
Errores más comunes en los emprendimientos
Estos son los errores más comunes en los que incurren los emprendedores en el ámbito financiero:
- Falta de un presupuesto o mala planificación de él.
- No reinvertir en el negocio. Es indispensable que planifiques las necesidades de inversión del negocio por anticipado.
- Mezclar las finanzas personales con las de la empresa. Esta es una mala práctica que le resta transparencia a la economía de una empresa.
- No asignarse un sueldo. Hay muchos emprendedores que no se asignan un sueldo, pero sí retiran dinero del negocio para cubrir sus necesidades. Esto influye de forma negativa en el flujo de caja y te lleva a perder el control de tus finanzas.
- Falta de ahorro. Es común hacer gastos innecesarios (no presupuestados) cuando hay un excedente en el efectivo de la empresa. Las épocas de bonanza deben servir para ahorrar y formar “un colchón” al que recurrir cuando el flujo de dinero no es el óptimo.
- Dejar todo en manos de un contador sin involucrarte en las finanzas de la empresa. Si bien esta figura es necesaria, más necesario es conocer de primera mano y comprender todos los detalles relacionados con la salud económica de la empresa.
¿Cómo emprender con poco dinero?
Para emprender un negocio, además de una gran idea, necesitas dinero, aunque incluso antes, necesitas un plan de finanzas para emprender. Gracias a él podrás saber cuánto dinero necesitas y cuándo. De esta forma puedes determinar si el capital con el que cuentas es suficiente o no.
Cuando tus recursos no son bastantes, hay muchas fuentes de financiamiento a las que es posible recurrir para que tu emprendimiento consiga cobrar vida. Puedes solicitar un préstamo, ya sea a alguna entidad financiera o a incubadoras de negocios que pueden interesarse por tu emprendimiento, igualmente puedes buscar apoyos gubernamentales, otros socios, etc.
Cómo hacer un presupuesto mensual de un emprendimiento
Un presupuesto no solo es algo propio de una empresa. Puedes tenerlo para controlar los gastos de la casa, las vacaciones, la época navideña, algún festejo, etc. Sin embargo, cuando se trata de un emprendimiento, es algo imprescindible.
Debes crear un presupuesto mensual e irlo replicando hasta completar 12 meses. Es aconsejable que lo revises periódicamente para ir ajustando tus números y que así reflejen mejor la realidad de la empresa. Dentro de este presupuesto debes incluir:
- Ingresos: los cuales deben incluir ventas, intereses de ahorros e inversiones, fuentes de financiamiento, etc.
- Gastos fijos: dentro de los cuales deben estar rentas, nómina, pago de préstamos, primas de seguros, impuestos, pagos de servicios (agua, luz, internet, teléfono), etc.
- Costos variables: los cuales suponen los suministros de oficina, gastos de marketing, de fabricación o de mantenimiento; equipo de oficina, etc.
Con estos tres puntos tienes los elementos suficientes para crear un estado de pérdidas y ganancias muy sencillo de determinar: restando del total de tus ingresos los gastos fijos y variables. Si obtienes números negros, tu empresa está ganando dinero. Si estás en rojo, estás en pérdida. Ambos casos te permiten tomar decisiones oportunas, ya sea ahorrar o planear inversiones cuando hay ganancias, o bien, incrementar tus ingresos y ajustar tus gastos cuando hay pérdidas.
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