¿Cómo se calcula el deducible del seguro de auto?

Cuando hablamos de seguros en general, existen muchos términos con los cuales no
estamos familiarizados y pueden provocarnos cierta confusión. Concentrándonos
específicamente en los seguros de auto, puede que no conozcamos a fondo todo lo
que implican, sobre todo cuando hablamos del ya famoso deducible, que muchas
veces puede sacarnos canas verdes si nunca entendimos bien lo que era y el
porcentaje que había que pagar. Si es tu caso y no sabes ni de lo que estamos
hablando, no te preocupes y sigue leyendo para descubrir qué es y cómo se calcula
éste.

¿Qué es el deducible del seguro de auto?

Podemos definir este concepto como la cantidad de dinero que acuerdas en pagar
como parte de una reclamación antes de que el asegurador se comprometa a pagar el
resto del importe. O sea, tú pagas una parte y la compañía aseguradora te paga otra.
Es la cantidad que debes asumir como asegurado en función de los montos que
apliquen en casos específicos y dependiendo de la cobertura que hayas contratado
desde un principio. El importe se aplica sobre la suma asegurada, o sea, la que
aparece en tu póliza.
En pocas palabras, el riesgo que se presenta por el simple hecho de circular en un
auto por la ciudad, se divide entre el cliente y la aseguradora.
Los porcentajes varían bastante pero los más comunes son el 5% para la cobertura de
daños materiales y el 10% para el caso de robo total. En el caso de cristales rotos el
porcentaje es del 20% del valor del vidrio. Para calcularlo, cada aseguradora utiliza un
método distinto, sin embargo hay ciertos factores en común que se toman en cuenta
para hacer esta operación.

¿Cómo se calcula el deducible?

Hay una regla simple que la mayor parte de las veces aplica: a mayor costo del
seguro, menor será el deducible y viceversa.
Entre los distintos parámetros que se toman en cuenta para calcularlo están los
siguientes:
Valor factura: el precio que se muestra en la factura del automóvil. Éste únicamente
aplica para coches nuevos o en coberturas muy amplias.
Valor convenido: el costo del coche cuando se contrata el seguro, es un acuerdo al
que llegas tú como cliente con la aseguradora. Esta cantidad es fija y se mantiene
hasta que finaliza el contrato. Cabe resaltar que es el número que aparece en la
carátula de tu póliza, tenlo siempre en mente.
Valor comercial: es lo que realmente cuesta el automóvil hasta el día del siniestro y
está determinado por las guías autométricas. Los montos en éstas pueden variar
dependiendo de la oferta y demanda en el mercado del modelo del auto en cuestión.
Es importante mencionar que los paquetes de seguros básicos parecen prometer unas
cifras muy bajas a pagar pero en realidad tienen un deducible de porcentaje bastante
alto que al final te termina metiendo el pie. Es por esto que debes analizar y verificar
bien tus posibilidades financieras, para que no termines por escoger algo que te
perjudique a la larga; recuerda: de los incidentes nadie se salva.

En general, la suma asegurada que se toma en cuenta para calcular el deducible es
aquella del valor comercial del coche.

En caso de reparación, ¿el pago de deducible se hace sobre el valor de la autoparte o sobre el costo total del auto?

Si tuviste un incidente pequeño en donde tu auto requiere de una reparación menor,
el deducible que tendrás que cubrir será sobre el costo total de tu coche, no de la
autoparte que se vio afectada. Es por esto que el grueso de la población prefiere
realizar la reparación de estas pequeñas cosas por su lado y no acudiendo
directamente con la aseguradora, pues termina siendo mucho más barato.
Por otro lado, si sufres de algún robo de una de tus autopartes, dependiendo de la
póliza que tengas contratada, podrás recibir la reposición o el reembolso de las piezas
hurtadas en su totalidad.

¿Y en caso de accidente?

Aquí depende de quién haya sido el responsable del accidente. Si se comprueba que
no fue tu culpa, entonces no deberás pagar ninguna cantidad. Si por el contrario, eres
culpable del incidente, entonces tu aseguradora se encargará de cubrir los gastos del
otro conductor gracias a la cobertura de responsabilidad civil con la que cuenta cada
seguro.
En resumen, deberás pagar el deducible cuando tu auto haya sufrido un accidente o
robo y sea declarado como pérdida total, o si hay daños materiales.
Como ves, estos son escenarios diferentes, pero es bueno tenerlos en cuenta cuando
sabemos que nadie está exento de sufrir este tipo de percances por lo menos alguna
vez en la vida. Saber con exactitud, o por lo menos darnos una idea de lo que
pagaremos si llega a suceder alguna de estas situaciones, nos ayuda a determinar el
seguro que vamos a contratar.
Recuerda que es importante que examines tus opciones utilizando un comparador en
línea como Coru, donde te darás una mejor idea del costo de los seguros.

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