¿Te han ofrecido prestarte mucho dinero “sin condiciones”, a pesar de que tienes deudas sin pagar desde hace tiempo? ¿Te proponen solucionar todos tus problemas financieros a cambio de pagar sólo una asesoría? ¿Te acosan “promociones” en folletos, teléfono o correo electrónico para depositarte el dinero que te urge con sólo llamar y responder algunos datos elementales? ¡Cuidado! Podrías estar frente a un prestamista fraudulento, sigue leyendo.
El riesgo de los prestamistas fraudulentos
Prestamistas fraudulentos aprovechan la situación de las personas con urgencias económicas, principalmente de las siguientes maneras:
- Engaños que lleven a propósito a métodos interminables de pago y más endeudamiento ventajoso para ellos.
- Usar información personal de los “clientes” vulnerables para delitos de extorsión.
- Robar el poco o mucho dinero que las personas tengan en ese momento, dejándolos sin recursos y endeudados.
En 2015, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) registró alrededor de 10 mil quejas por fraudes en préstamos inmediatos. Sin embargo, la misma institución señala que es muy difícil registrar una queja formal en estos casos, pues la mayoría de las veces son “empresas fantasmas” que ni siquiera están registradas y que la Condusef no puede investigar.
La Condusef advierte que para otorgar un crédito en nuestro país, no es requisito indispensable ser una empresa financiera (tal es el caso por de algunas tiendas departamentales que ofrecen además créditos para compras), pero sí es obligatorio estar avalada o certificada por instituciones como la misma Condusef o la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, por mencionar algunas.
¿Cómo saber si el prestamista es legal o no?
Hay 3 formas sencillas para investigar si el prestamista es un estafador:
#1 Pregunta con las instituciones supervisoras
Todas las entidades financieras que prestan dinero deben estar incluidas ante el Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES) o ante el padrón de entidades supervisadas de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Tip: Da clic sobre el nombre de cada institución y tú mismo puedes consultar el registro desde internet, sin costo. Ten a la mano el nombre de la empresa o financiera que estás buscando (de preferencia, el nombre formal completo, no abreviaciones).
También puedes verificar la empresa en Condusef, que ofrece asesoría telefónica en el 01 800 999 8080, en sus instalaciones de Insurgentes Sur 762, Col. Del Valle, México D.F., C.P. 03100 o a cualquiera de sus Delegaciones Estatales.
#2 Compara varias empresas prestamistas
Plataformas como la nuestra prestan un servicio de asesoría financiera gratuita e independiente, que sirve para comparar tu solicitud de crédito entre empresas de préstamos que previamente han sido avaladas por las instituciones pertinentes. Cuando compares diferentes préstamos en línea revisa que tu información esté protegida por la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares.
#3 Revisa las redes sociales y comentarios en internet respecto a la empresa prestamista
Cualquiera que sea el motivo por el que pides un préstamo, es importante que no sucumbas a la desesperación y te tomes unos minutos antes para googlear un poco acerca de la reputación de la empresa a la que solicitarás el préstamo. Recuerda que revisar los antecedentes de la empresa a la que te acerques es gratis, rápido y obligatorio si quieres estar tranquilo.
Revisar los antecedentes podría ser la diferencia entre ser víctima de un delito, o incluso de ahorrar un poco más.
Focos rojos de un fraude de préstamos inmediatos
Debes sospechar de un prestamista, empresa o institución financiera que te ofrece un crédito si…
- No te pide ningún requisito de entrada o únicamente tu identificación y datos personales.
- No revisa tu historial crediticio, no pide aval ni garantía y aun así te ofrece de inmediato desde 20 mil pesos hasta 5 millones, a liquidar con pagos fijos. Otros incluso te aseguran que pagarán todas tus deudas (sin saber exactamente el monto de ellas).
- De entrada, te cobra hasta el 6% de lo que pides de préstamo, por gastos de gestión, honorarios, costo de seguro o comisión de apertura ANTES de siquiera saber si tendrás autorizado o no, el crédito.
- Te pide un primer depósito para realizar cualquier trámite, o te condiciona el servicio sólo si entregas fotocopias de documentos personales y tarjetas de crédito y/o débito.
- Te impide hacer preguntas o bien, te responde de manera confusa tus dudas. Recuerda que es TU RESPONSABILIDAD investigar a la empresa antes de contratar su servicio. Si no lo haces así, no tendrás elementos para defenderte en caso de ser víctima de un fraude.
¿Cómo prevenir el fraude?
Tú debes ser el primero en cuidar tu seguridad financiera. Toma en cuenta que será más fácil engañarte si:
- Dejas datos personales como teléfono, correo o domicilio en redes sociales.
- Muestras desesperación por salir de una deuda del modo más sencillo y rápido posible (sabemos lo que significa tener encima una urgencia económica, pero ten en cuenta que existen muchos defraudadores que están cazando personas vulnerables), así que lo más recomendable es exponer tus dudas en sitios financieros confiables, en llamadas o mensajes que hagas directamente tú.
- No estás acostumbrado a comparar opciones. Esto además de salvarte de un fraude, podría ahorrarte mucho dinero en pago de intereses, si logras elegir entre varias opciones la que más te convenga.