¿Cuándo puedo aceptar un crédito o un préstamo?

Adquirir una línea de crédito o solicitar un préstamo al banco es de gran ayuda cuando queremos hacernos de bienes, productos o servicios y  no tenemos recursos suficientes para hacerlo por nuestra cuenta.

Pongamos un ejemplo sobre la mesa. Víctor, quien es dueño de un pequeño restaurante, quiere remodelar y extender su negocio pero no cuenta con recursos propios para hacerlo ya que la crisis  actual lo descapitalizó.

No obstante, Víctor no se quedó de brazos cruzados y se animó a incursionar en el servicio de entregas a domicilio, pero sin intermediarios como Uber Eats o Rappi, así que emplearía a su propio personal. 

Para esto necesitaba hacerse de los insumos de carga para transportar comida, así como una pequeña flotilla de motocicletas preparadas para transitar sin problema alguno.

De antemano, Víctor sabía que para concretar esta adaptación de su negocio, necesitaría de una considerable inyección de dinero que por supuesto, no tenía. En virtud de ello se planteó pedir un préstamo al banco para enfrentar el reto, no sin antes pedir asesoría.

Le comentaron que los préstamos, así como la gran variedad de productos y servicios financieros que hay en el mercado, son deudas que se adquieren con la obligación de devolver lo prestado en un futuro, según un plazo previamente acordado.

Si bien, todas las personas mayores de edad y económicamente activas pueden solicitar algún producto o servicio financiero como préstamos personales, tarjetas de crédito, crédito hipotecario o automotriz, por mencionar algunos, depende de varios factores que realmente te lo aprueben, o que lo sepas manejar.

“Si no se es responsable en el pago de las deudas según lo acordado, lo más seguro es caer en endeudamiento o peor aún, en sobreendeudamiento”, advierten los expertos. 

En razón de esto, el asesor que orientó a Víctor le indicó cuándo es recomendable aceptar un préstamo o crédito. Esto fue lo que explicó. 

¿Cuándo debes aceptar un crédito o préstamo?

  • Cuando tienes un trabajo estable o ingresos mensuales asegurados que te permitan devolver la deuda, en un futuro próximo.
  • Cuando tienes control sobre tu dinero así como una planificación para el pago de deudas.
  • Cuando no tienes otras deudas u obligaciones pendientes por saldar.
  • Cuando has comparado con diferentes instituciones bancarias el préstamo o crédito que más te conviene y que se ajusta a tus necesidades.
  • Si tienes un fondo para emergencias el cual te permita sobrellevar la deuda  en caso de crisis financiera o desempleo.

Endeudarse es bueno si…

  • Quieres expandir tu empresa o negocio y tienes bien establecida la estrategia de crecimiento.
  • Planeas endeudarte con un crédito hipotecario para generar activos constantes  en el tiempo a través de la renta mensual del inmueble.

Recuerda, las deudas no serán un dolor de cabeza si regresamos lo que nos prestaron según los términos acordados. Una deuda buena es aquella que hace crecer nuestro dinero y que nos permite adquirir productos, bienes y servicios, siempre y cuando tengamos la capacidad de pago para reembolsar el crédito o préstamo. 

Sabemos que no siempre es posible tener las deudas bajo control. Como ya mencionamos las crisis financieras, el desempleo, el uso desmedido de las tarjetas de crédito y la mala planeación son las principales causas del sobreendeudamiento. 

Para estos casos extremos hay instituciones que ven por los deudores que no tiene capacidad de pago pero quieren saldar sus deudas, es el caso de las reparadoras de crédito como Cura Deuda, que ofrece a las personas un programa de liquidación de deudas para pagar con atractivos descuentos y bajo un plan de ahorro a la medida. La idea es terminar con las obligaciones pendientes, pagando mucho menos de lo que deben y sin afectar su economía diaria. 

Esta es una colaboración de Cura Deuda, la reparadora de deuda líder en México con más de 9 años de experiencia.