Sacar un crédito para lo que sea es un asunto serio. Antes de tramitarlo, asegúrate de que tienes forma de cumplir con los pagos hasta liquidar lo que te prestaron, incluso si se te cruzara una eventualidad.
Si ya hiciste casi de todo y aún no puedes pagar tu deuda, toma las riendas y no esperes a que todo tu mundo colapse. Quizá has escuchado que una opción es esperar a que te ofrezcan una “quita”, pero esto no siempre te conviene. ¡Te explicamos por qué!
¿Qué es la quita de un crédito?
La “quita” es un convenio entre el prestamista (banco, financiera, etc.) y quien lo recibe, a través del cual el deudor se compromete a pagar un porcentaje de su deuda y el acreedor, a renunciar sobre el resto del capital que prestó.
Esto significa que la institución financiera buscará salvar algo de lo que le debes, ofreciéndote un descuento que podría ir desde el 30 hasta el 80% del total de tu deuda. Además, podrás pagarlo en uno o hasta tres pagos de acuerdo con tus posibilidades y a la negociación que hayas llegado con la institución financiera.
De toda la deuda que tenías pagarás sólo una mínima parte… ¡suena muy interesante!
¿Por qué no es conveniente aceptar una quita?
El hecho de que te “quiten” la mayor parte de una deuda es una salida muy atractiva en el momento, pero será un grave problema a futuro. Los caminos de la “quita” no son lo que esperabas, ni lo que creías, ni lo que imaginabas…
Para llegar al momento en el que te ofrecen una “quita”, ya debiste enfrentar varios meses de hostigamiento y presión por parte de los cobradores. Además, tu estatus crediticio estará en suspensión provisional de pagos.
También debes saber que no has “resuelto” tu deuda por arte de magia. Aunque arreglaste “el problema”, a cambio, tu nombre ha quedado empantanado en el buró de crédito durante los próximos 6 años.
La institución financiera que te otorgó el descuento en la deuda, también dejará una mala nota en tu historial crediticio, donde advertirá que pagaste, pero de forma incompleta; es decir, quedarás “marcado” como un sujeto que no es viable para que le den financiamiento.
Desventajas de negociar una quita para tu crédito
Si quedas exento de una deuda por el método de la “quita”, hay consecuencias que deberás asumir; por ejemplo, en los siguientes años, olvídate de que te puedan otorgar un crédito hipotecario, automotriz o de cualquier otro tipo.
Muchas personas que han sido marcadas años atrás por una quita comentan que ahora tienen buenos ingresos, pero que aún así siguen sin ser confiables para el sistema financiero. Ya nadie cree en ellos.
Otro factor que debes tomar en cuenta al elegir la “quita”, es que, si no tienes otro crédito al corriente, cuando se borre tu deuda del buró (después de 6 años), tu puntaje crediticio podría seguir igual.
Evalúa otra opción de pago
Si en el futuro te interesa tramitar una tarjeta de crédito o un financiamiento para comprar una casa o un auto, te recomendamos no esperar a la quita y mejor acercarte a tu banco para negociar una reestructuración de tu deuda. Podrían ofrecerte pagar en mensualidades pequeñas (manejables) pero a un muy largo plazo; la ventaja es que este método de pago te permitirá sacar la cabeza del agua y respirar.
Además, si terminas de pagar todo (aunque te tardes más), tu historial crediticio se mantendrá limpio. En tu historial podría haber una observación que diga que pagaste el 100% de tu deuda en un plazo mayor, pero que sí pagaste el total.
La “quita” no es la mejor solución, pero si tus problemas financieros son MUY GRAVES, y no te permiten ni siquiera hacer los pagos mínimos de una reestructuración, adelante, tómala. También puedes considerar renegociar las deudas de varias tarjetas a través de una tarjeta de crédito con una tasa más baja (también conocidas como tarjetas de transferencia), en caso de que tu deuda esté vigente.
Pero no olvides: antes de adquirir nuevos compromisos conoce cuáles son tus posibilidades de pago reales, esto te ayudará a no caer nuevamente en incumplimiento.