¿Qué es un depósito bancario? Y por qué te conviene adquirir uno

Los depósitos bancarios son una operación en la que un banco custodia el dinero de un cliente. Es decir, la institución financiera guarda el dinero y a cambio deberá devolverlo en un plazo previamente estipulado más la rentabilidad generada por tener el dinero bajo su resguardo.

En otras palabras, un depósito bancario es un pequeño préstamo que hace una persona al banco. Por esto el banco pagará una rentabilidad al cliente en un plazo determinado.

¿Por qué son importantes las inversiones en depósitos bancarios?

Los depósitos son en demasía relevantes ya que con ellos podemos generar rentabilidad a nuestros ingresos en lugar de tenerlo parado en una cuenta de débito o en una alcancía, donde perderá valor con el tiempo debido a la inflación.
Otro factor que hace a los depósitos bancarios muy valiosos es la forma segura en la que genera rentabilidad. No obstante, al ser uno de los activos financieros más seguros, la rentabilidad que ofrecen suele ser más baja que la que brinda la renta variable y algunos tipos de renta fija. Estos implican un riesgo mucho mayor y por ello el resultado puede ser una rentabilidad alta o también una negativa. En cambio, los depósitos garantizan una rentabilidad asegurada.

¿Qué tipos de depósitos hay?

A plazo: En este tipo de depósito el cliente decide cuánto tiempo dejará su dinero al resguardo del banco a cambio de rendimientos a su favor. La rentabilidad puede ser en forma de una tasa fija o variable. Asimismo puedes decidir si quieres recibir el dinero de forma periódica o al final del contrato, siempre y cuando se haya estipulado previamente con el banco o institución financiera. 

Sin embargo, si el cliente quiere disponer del dinero antes del plazo acordado, seguramente tendrá que pagar una penalización. Por otro lado, al finalizar el contrato el cliente podrá decidir si recibe el dinero junto a los intereses y termina el contrato o si continúa con la inversión.

A la vista: Con este tipo de depósito el cliente sí puede disponer de sus ahorros en todo momento sin asumir muchos riesgos. Sin embargo no obtendrá rentabilidades altas. 
Los depósitos a la vista son dos; de cuenta corriente y de cuenta de ahorro. Con el primero puedes acceder al dinero en cualquier momento pero por lo regular no se generan intereses. En caso de que los haya acostumbran a ser bajos. La cuenta de ahorro es muy parecida a una cuenta corriente, con la  diferencia de que ofrece facilidades para realizar ingresos más restringidas pero presentan intereses más elevados.

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¿Cómo adquirir un depósito bancario?

Para invertir en depósitos bancarios los interesados deberán acudir a cualquier institución financiera que ofrezca estos productos. Es de suma importancia comparar varias instituciones antes de contratar. Siempre se deberá elegir a la institución financiera que ofrezca el instrumento que mejor se adapte a las necesidades de cada quien.

En México todos los bancos tienen disponibles productos de inversión de renta fija. Generalmente son dos: CEDES (Certificados de Depósito) y PRLV (Pagarés con Rendimiento Liquidable al Vencimiento).

Los CEDES pagan intereses cada mes, mientras que los Pagarés pagan el total del capital más los intereses hasta el final del plazo acordado.

Recuerda que antes de dar el salto a los Depósitos Bancarios,  debemos tener bajo control nuestras finanzas personales. Para esto, primero deberemos hacer del ahorro un hábito, enfrentar las deudas que tenemos pendientes y no dejar que sigan incrementándose a causa de los intereses moratorios.

Esta es una colaboración de Cura Deuda, reparadora de crédito que ofrece alternativas para quienes atraviesan situaciones financieras difíciles y sobreendeudamiento, mediante un programa de ahorro personalizado sin afectar la economía diaria.

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