El ser humano de hoy en día forma parte de la sociedad y de la cultura del consumo, donde muchas veces él mismo termina gastando mucho más de lo que realmente puede, trayendo a su vida no sólo un desorden financiero, sino hasta adicciones.
Poco se habla actualmente del comprador compulsivo, ya que se considera normal el estar gastando constantemente en cosas que no se necesitan y que probablemente ni siquiera se vayan a utilizar; el consumo desmedido está así de normalizado.
¿Qué significa ser un comprador compulsivo?
Una persona promedio en algún momento de su vida se preguntará, con motivo de mejorar sus finanzas, si necesita de todo aquello que ha adquirido, esto por la razón que ciertas cosas no las suele usar.
A grosso modo, un comprador compulsivo es aquel que posee una adicción a las compras; el individuo presenta un impulso que no puede controlar, aún cuando no exista ninguna necesidad real por aquello que se está comprando. A esto también se le considera una manía que lleva por nombre oniomanía.
Si en algún momento te surgió la pregunta «¿soy comprador compulsivo?», cabe entonces establecer las posibles características que podría tener uno:
- Un comprador compulsivo piensa de forma constante en los productos que va a adquirir.
- Se planifican las compras y se enfoca en aquellos sitios con descuentos u ofertas, las cuales son especialmente atractivas para aquellas personas que compran de forma compulsiva.
- Posterior a la compra, el comprador en cuestión sentirá cierta euforia, con el que se obtiene al consumir drogas, o al jugar.
- El vacío emocional se podría llenar momentáneamente mediante la adquisición de productos, pero posteriormente se presentará la culpa o irritabilidad tras la compra innecesaria, ya que se asentará un vacío emocional y el comprador sentirá que lo que ha hecho no le ha contribuido en nada.
- Grandes problemas económicos debido al gasto excesivo en cosas innecesarias realizadas al momento.
- Baja autoestima.
- Habilidades sociales disminuidas.
Las compras compulsivas también se asocian con el aburrimiento o con la venganza, y hasta con otras emociones primarias como la tristeza. Seguro que en algún momento habrás escuchado la frase «Estoy en terapia de shopping» tras una ruptura; este es un indicio claro de la aparición temprana de este padecimiento, aunque tampoco es determinante.
¿Las compras compulsivas son una enfermedad?
Puede que se te hayan encendido algunas alarmas tras leer la información de arriba, y es que, si lo que quieres es mejorar tus finanzas, cabe establecer si de verdad eres un comprador compulsivo.
Lo cierto es que las compras compulsivas sí se consideran una enfermedad cuyos síntomas, de no tratarse, podrían agravarse. Por lo general, un adicto a las compras padece ansiedad, falta de control, o un fuerte sentimiento de culpa.
Las compras impulsivas pueden derivar en otras problemáticas, como las mentiras, cleptomanía, acumulación de deudas y, por supuesto, en un obstáculo constante para el crecimiento de tus finanzas.
Hay estudios que han revelado que el porcentaje de compras impulsivas hechas por mujeres es mayor que el de los hombres; ser una compradora compulsiva de ropa, zapatos e inclusive música puede devenir en este terrible padecimiento que debe controlarse a como dé lugar. Los hombres, por su parte, suelen adquirir más que todo electrónica y gadgets, pero esto no quiere decir que estén exentos de la oniomanía.
Un estudio de Coru Fintech revela que…
El 32% de los mexicanos gasta más de lo que ganan. Esto lo ha revelado un estudio que hizo Coru Fintech, el cual será publicado el mes siguiente para hacerles llegar esta información a quienes les pueda interesar.
¿Qué sucede en la mente del comprador compulsivo si no puede satisfacer su necesidad?
Esta es una pregunta muy interesante, y es que, si al comprador compulsivo se le imposibilita una compra, sentirá una gran preocupación que no le permitirá concentrarse en prácticamente nada, restándole así tiempo para realizar otras actividades.
También se le unirá la ansiedad cada vez que el comprador compulsivo no pueda satisfacer esta necesidad que se ha creado.
¿Cómo ayudar a un comprador compulsivo?
Lo primordial será intentar que el mismo pueda observar que tiene un problema. Cuando la persona en cuestión pueda percibir que realmente está siendo víctima de sus propios impulsos, lo que se le puede sugerir es una terapia cognitivo-conductual que le ayudará a regularlos.
Además, si la preocupación es muy grande, hay otras cosas que se pueden hacer para ayudar a ese ser querido:
- Planificar un presupuesto semanal para los gastos.
- Observar cuáles son los factores desencadenantes de las compras compulsivas con el fin de determinar cuáles son las situaciones que hacen que la conducta se manifieste.
- Apegarse a una lista de compras y de los presupuestos establecidos.
- Si no se puede tener el dinero en las cuentas corrientes, pasarlo a las cuentas de ahorro para evitar las tentaciones.
- Apoyar sin juzgar a la persona en cuestión será de gran ayuda.
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