Actividades cotidianas como pagos o compras se han vuelto cada vez más sencillas gracias a las Fintech, un mercado cada vez más grande en México y el mundo.
¿Qué son las Fintech?
Su nombre proviene de: Finance Technology. Aunque llevan poco tiempo operando en nuestro país son cada vez más. Su presencia es tan notoria que en 2018 se publicó en México la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera.
Muchas de las actividades que tradicionalmente se hacían a través de un banco o cualquier otra institución financiera se han simplificado gracias a ellas. Asuntos como préstamos han simplificado sus procesos ya que ahora se consiguen desde app móviles. Incluso procesos que ya parecerían sencillos como pagos en tiendas virtuales se han abierto a un público más grande gracias a ellas; por ejemplo, en caso de no contar una tarjeta de crédito o débito se tiene la opción de hacer un pago en tiendas minoristas.
Evolución de las Fintech
Para 2018 existían en el país 334 Fintech, 125 de ellas habían aparecido el año anterior. Este número creciente se debe, en parte, a que las instituciones tradicionales dedicadas a las finanzas no las han visto como competencia, sino que con frecuencia colaboran para ofrecer cada vez más alternativas a los clientes. Incluso si desconfías de la tecnología para administrar tu dinero es probable que seas usuario de algunas de ellas.
Seguir el paso a la producción de información digital es un reto que por sí mismas las instituciones tradicionales no podrían lograr. Una forma de reducir costos y mantener el ritmo de avance tecnológico ha sido promover la colaboración entre bancos y Fintechs. Ejemplo de esto es BBVA que fomenta el desarrollo de nuevas tecnologías a través de concursos como Open Talent que a nivel internacional lleva ya 10 años buscando soluciones que transformen el sector financiero.
¿Cómo funcionan las Fintech?
Cuando apareció Bitcoin en 2009 había muchas dudas sobre el potencial financiero de internet. Hoy las Fintechs se encargan de distintas actividades, entre ellas: son un medio de pago y transferencia, proveen infraestructura para servicios financieros, ofrecen crédito a partir de plataformas virtuales, brindan soluciones financieras para empresas, brindan asesoría financiera y administración de finanzas personales, facilitan procesos de inversión, permiten la cooperación a distancia para financiamiento de proyectos, prestan servicios en el sector de seguros, al mismo tiempo presentan alternativas financieras que existen únicamente de forma virtual como Bitcoin y su servicio de billetera electrónica Blockchain o entidades financieras sin presencia física.
Las Fintech han mostrado adaptabilidad a las necesidades de los usuarios. Así se trate de un pago sin tarjeta de crédito, solicitud de préstamo, recaudación de fondos para un proyecto nuevo o cualquiera otra de sus alternativas reduce el tiempo de espera y ofrecen niveles de seguridad considerables. En poco tiempo han avanzado un largo camino.
Futuro de las Fintech
Las Fintechs son un terreno fangoso todavía. Si bien, existe una ley que las regula, la aparición constante de nuevas propuestas hace que sea necesario investigar un poco antes de darle nuestra confianza, y dinero, a una de ellas. Algunas trabajan directamente con instituciones financieras tradicionales y ahí será esta última la encargada de validar su credibilidad. Para aquellas que tienen contacto directo con el usuario, no está de más una revisión rápida para definir si es confiable o no.
Una de las ventajas de los negocios online es que la seguridad está en actualización constante. A diferencia de los medios tradicionales que requieren más tiempo para modificar sus protocolos de seguridad, las aplicaciones para teléfonos inteligentes logran esto a un ritmo mucho más acelerado. No por esto están exentas, entre 2017 y 2018 creció 31% el número de fraudes cibernéticos, según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Las Fintechs han abierto un nuevo terreno para los servicios financieros. Como usuarios podemos disfrutar de la comodidad que nos ofrecen siempre que tomemos las medidas de seguridad necesarias. Descargar aplicaciones desde el sitio oficial de los bancos u otras instituciones financieras, dar nuestros datos únicamente a sitios validados como seguros y evitar el uso de equipos y redes públicas son algunas de las acciones que nos ayudan a tener una mejor experiencia financiera digital.
